El videojuego Sin entrar en más detalles, la típica máquina de bailar es una recreativa que llama bastante la atención allá donde la encuentres. Llena de neones y con una música muy cañera, es el tunning llevado al salón recreativo. Hay muchas versiones, pero todas cuentan con elementos comunes: Una pantalla , donde se ven monigotes bailando sobre fondos hipnotizantes de luces y colores -igual que en los 90, con el bakalao en todo su auge- y, en primer pano, un montón de flechas escalando por la pantalla a toda velocidad. Unas plataformas , donde el jugador se sube, formadas por baldosas con flechas dibujadas. Música a todo volumen . Hay de todo, pero en su mayoría es música muy rítmica y acelerada. Uniendo estos tres elementos nos da como resultado un videojuego de concepto muy sencillo: Pisar las baldosas en el orden de flechas de la pantalla, en el momento justo y ayudados por el ritmo de la música que se escucha . Su funcionamiento no tiene más misterio. Sin embargo, la habilida...